jueves, 7 de diciembre de 2017

Conductismo y Aprendizaje.



¡Buenos días Blogueros Educativos!

En la entrada de hoy vamos a hablar un poco de una teoría del aprendizaje que seguro que conocéis, el conductismo. Vamos a ver qué autores son los más importantes de esta corriente y qué aportan en ella.
Para darle más sentido a la entrada dentro de cada autor, enlazaremos los aprendizajes en los que creemos que serían más efectivos los planteamientos que cada uno desarrolló en su momento.

¡Quedaos y esperamos que os resulte interesante!

IVAN PETRÓVICH PAULOV

Lo más famoso de este autor es el experimento de su perro. Descubrió que este salivaba cuando la persona que normalmente le daba la comida se acercaba, así entendió que esta salivación era una respuesta aprendida, puesto que el perro había asociado a la persona con la comida y acababa salivando cuando esta persona se acercaba aunque la comida no estuviese presente. Así surge el condicionamiento clásico y el modelo estímulo- respuesta, que no es otra cosa que lo que acabamos de explicar.

En este caso, este planteamiento sería efectivo en cualquier clase de aprendizaje, aunque con limitaciones. Por ejemplo, si a un alumno se le enseña que al mostrar un proyecto hay que investigarlo, ya el resto de ocasiones que hagamos lo mismo, sabrá lo que hay que hacer. No lo estamos asociando directamente a estímulo-respuesta en relación a respuestas fisiológicas, aunque podría aplicarse en el caso de asociar el colegio con algo agradable que produzca una conducta fisiológica de calma, tranquilidad y en un entorno en el que se sienta a gusto y que favorezca el aprendizaje.

EDWART THORNDIKE

                Este autor introduce las recompensas o refuerzos y los castigos en animales. Comprueba que si una conducta tiene una recompensa tiende a repetirse, mientras que si tiene un castigo tiende a disminuir su aparición.

También ideó unas leyes en las que basa su idea del proceso de aprendizaje, que es por ensayo y error. En este caso su teoría del aprendizaje se relaciona sobre todo, con las recompensas que se dan a algunas conductas en nuestro entorno y así aprendemos. También así se justifica por qué algunos alumnos responden a ciertos estímulos y otros no.

Personalmente, a nivel educativo, no creemos mucho en los castigos tradicionales, sino que abogamos más por el refuerzo positivo o el positivismo. Creemos que este supone un aprendizaje mucho más natural y real para el niño. Por ello en este caso, los refuerzos positivos, sobre todo inmateriales, como puede ser una sonrisa del maestro o un choque de palmas u otros elementos que puedan servir para reforzar alguna conducta u aprendizaje son los que llevamos a cabo en el aula. Creemos que estos refuerzos pueden ser efectivos en cualquier tipo de aprendizaje, desde el aprendizaje de conductas pro sociales hasta motivar el aprendizaje de un alumno a través del uso de refuerzos en todos los campos. Por supuesto creemos que aunque esto sea parte del aprendizaje, hay otros muchos factores que también influyen.

JOHN B. WATSON

                Este autor fue el primero en experimentar con seres humanos. Lo que hace es aplicar el condicionamiento clásico al aprendizaje en personas. Por ello, sus estudios solo se basan en la conducta observable para ver si se estaba aprendiendo (porque era donde se podía ver la consecución del estímulo-respuesta)  y son objetivos.

También sigue la corriente de Thorndike puesto que destaca que los comportamientos dependían de las experiencias que vivía cada persona y que las emociones también se aprendían a través del estímulo-respuesta.

Por último, destacar que este autor señala que se forma una secuencia de conexiones de estímulo-respuesta condicionada. Es decir, cada respuesta va a producir unas sensaciones que se van a sumar a la siguiente respuesta causada por las mismas sensaciones, y así a lo largo de toda la vida.

La teoría de Watson tiene aplicación sobre todo en relación a la motivación de los aprendizajes. O sea, en estimular las condiciones para que al alumno le gusten los aprendizajes. Esto se puede llevar a cabo a través de estímulos interesantes y buenos para los alumnos, generando emociones positivas, que les predispongan al aprendizaje. También su aplicación en el aprendizaje supone poner límites a la experimentación humana, algo que surgió tras su experimento con el Pequeño Albert.

CLARK L. HULL

Este autor también basa su estudio en el ser humano y destaca que cuantos más refuerzos se le dé a una conducta más posibilidades hay de que esta se convierta en hábito.

                En este caso en Educación Infantil, este autor tendría mucha importancia en el aprendizaje, porque lo más importante en esta etapa es la creación de hábitos saludables y buenos para los alumnos, que se consiguen a través de la repetición diaria de estas conductas (lavarse las manos antes de comer, sonarse los mocos, comer de forma saludable, etc.). Todo este proceso de creación de hábitos va siempre enlazado a los refuerzos, incluso a veces sin darse cuenta, de la maestra.


BURRHUS FREDERIC SKINNER

                Skinner introduce la importancia del ambiente en el conductismo. También trata de averiguar qué efectos tienen en la conducta los refuerzos positivos y los castigos, tratando de crear leyes para controlar y predecir el comportamiento humano.

                La importancia de este autor en su aplicación práctica a la educación reside sobre todo en los programas de modificación de conducta, que por ejemplo en educación infantil seguimos usando con conductas disruptivas en el aula. Entre estas se puede destacar el moldeamiento o la economía de fichas. Se busca cambiar una conducta negativa por otra positiva a través de una serie de pasos.

EDWIN RAY GUTHRIE

                Lo más importante de este autor es que cree que la contigüidad es lo más importante que ocurre en esta asociación de estímulo-respuesta, es decir, que cualquier persona puede mejorar un aprendizaje a través de practicar más a menudo o reducir el tiempo que tardas en volver a practicar aquello que quieras aprender. Este caso también funciona de forma contraria, si se quiere romper un hábito, valdría con no practicar o practicarlo cada vez menos a menudo hasta que se rompa o se debilite esa asociación estímulo-respuesta.

                Esto es aplicable, por ejemplo en el aprendizaje que supone tocar un instrumento. Cuanto más a menudo lo practiquemos más mejoraremos en ese aprendizaje. También se puede ampliar a otros ámbitos como el estudio. Si estudias más, mejor te sabrás las cosas.

Bueno hasta aquí la entrada de hoy. Esperamos que os resulte interesante y que algunos descubráis de dónde vienen estas aplicaciones que tenemos en las aulas actuales.

Para cerrar os dejamos, como siempre, con un recurso documental y otro audiovisual sobre lo expuesto en la entrada.

¡Hasta la próxima!

En este enlace podemos encontrar más aplicaciones prácticas del conductismo en la escuela actual, razón por el cual lo dejamos para que podáis ver un poco más la implicación que estas teorías tienen hoy en día.

En este vídeo de YouTube vemos también aplicaciones del conductismo a la escuela actual, pero además vemos parte del experimento del Pequeño Albert que resulta muy interesante de observar.

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